Dos
grandes momentos para cada alma, en el hola cuando nacemos siendo bebes que
entramos a este mundo, una buena recepción es algo que perdura en el alma, y si
en ese momento no recibimos una buena bienvenida al principio, encontrarnos con
personas afectuosas posteriormente es algo que marcara la trayectoria de por
vida.
Es por eso
de suma importancia saber que cada bienvenida es un afecto integrado en nuestro
desarrollo, y el adquirir el sentimiento de estar en armonía es para cada uno
importante y con el tiempo debemos aprender a descubrir el sentirnos bien aún
solos, porque ese estado de bienestar es el que nos corresponde conocer como
personas integras en el concepto del amor, comenzando con nuestro sentir en
equilibrio para que desde hay podamos accionar en la vida de forma más acertada.
Y en la
despedida es de suma importancia, cuando ya transcurrimos el sendero de la vida
que nos corresponde, que las personas que están cerca a ese suceso, ya sean
hijos, hermanos, padres, amigos o cualquier otra persona que se está dando
cuenta que estamos a punto de partir, que nos hagan saber el amor, cariño que
hicimos que sintieran por nuestras acciones, palabras y así obtener el
reconocimiento de nuestro amor hacia los otros que amamos.
Porque tiene
tanta importancia la llegada como la partida, y no llenar de lamentaciones al
que se va para que parta en dolor.
Cualquier ser
humano estará en su alma agradecido de poder sentir el amor que logro trasmitir
por su presencia durante el tiempo que permaneció en vida y así podrá llegar a
otro lugar en donde le den la bienvenida en un estado de armonía que pudo
lograr en las tareas que desempeño del lugar que partió.
Aprendamos
a dar amor y no dolor al que está a punto de partir, y aunque creas que no
escucha, el alma siempre escucha.
Cuando enseñes esto, tu partida también será en
amor y no en tanto dolor y el que se queda obtendrá un sentir de poder haber dicho
a tiempo el amor que represento y lo que recibió poder expresarlo y con ello
realimentarse de ese amor, porque ahora sale de su corazón.
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